Jul 20 2011

Vídeo turbonada en Barcelona

Vídeo de la regata Tot Maresme 2011, en la que aumentó repentinamente el viento debido al frente de turbonada de una gran nube de tormenta que se estaba formando más al norte. Pasar de 8 a 35 kts en poco tiempo no debe ser un problema si te anticipas y reduces vela convenientemente, pero eso si, hay que hacerlo si lo que quieres es pasarlo bien…

No nos llegó a llover mientras estábamos embarcados, pero una hora después de atracar, el cielo se desplomó sobre nuestras cabezas.

¿Qué es un frente de turbonada?
La turbonada es un aumento fuerte y súbito de la intensidad del viento que generalmente va asociado al paso de frentes o a tormentas. Se debe al desplome de una masa de aire que se enfría rápidamente y al llegar a la superficie se desparrama en dirección opuesta al punto de origen y a veces, aunque no siempre, en la dirección del viento. Es como el agua de una cascada cuando llega al suelo, que se esparce con fuerza en varias direcciones.

En el caso de la que vivimos en esta regata, la causa más probable es que la masa de agua de la fuerte lluvia que comenzó más al norte de nuestra posición, enfrió y desplazó toda la masa de aire que la envolvía generando la turbonada.

La que sufrimos de noche esta pasada primavera durante la regata Ophiusa 2011 nos pilló más por sorpresa, pues aunque hacía un rato que veíamos algunos relámpagos en el horizonte, la noche era muy oscura y no pudimos ver la forma de las nubes hasta que llegó el «grop».

¿Cómo se predice una turbonada?
Los grupos de nubes bajas con aspecto de frente, oscuras y definidas como un muro de hormigón, son un buen indicador de que el viento puede aumentar significativamente en poco tiempo. Así pues, ante la duda, lo mejor es hacer un rizo o dos de forma preventiva y si cuando alcanzamos la nube no ocurre nada, pues volvemos a desplegar velas y seguimos.

 


Jul 19 2011

Regata Tot Maresme 2011. Turbonada.

 

Regata muy divertida y emocionante la de este domingo de julio. La Tot Maresme congrega a las flotas de los 5 clubes náuticos del Maresme y es la última oportunidad de entrenar para las tripulaciones que desean acudir a la próxima Copa del Rey. Así que ahí nos tienes., más de 30 barcos para tomar la salida, esperando a que entre algo de viento, y el comité aplazando la prueba.

Al cabo de un rato, empieza a subir algo, unos 8 kts y se da la salida. Mientras nos acercamos a la línea formada por boya y barco del comité, vemos que la nube que presagiaba lluvia un poco más al norte se ha vuelto negra y amenazadora. Alguien comenta, hoy no nos libramos de mojarnos….. no ha terminado de decirlo cuando una racha nos abofetea en la cara. Miro a Josep Maria, a la caña, y le digo, las etiquetas de los stoppers de los rizos están cambiadas, el que pone rizo 2 es en realidad el uno. Responde, no, no creo que haga falta… y diez segundos después, nueva racha, aún más fuerte y … venga, vamos a poner un rizo.

Nos liamos un poco con el rizo y tardamos algo más de la cuenta pero queda impecable. Al volver a mirar el resto de la flota vemos que los veleros que nos han adelantado durante la maniobra ya tienen dificultades para mantener el rumbo, con la escota de mayor largada a tope y muchos con foques grandes y ligeros. Hemos pasado de unos 8 kts que había en la salida, a rachas de 35 nudos en apenas medio minuto, parece un frente de turbonada de la gigantesca célula convectiva que tenemos ya encima de nuestras cabezas.

No llueve, pero hay rociones para todos, algunos «fullshower style», así que entre maniobras organizamos un concurso de camisetas mojadas. Al virar la boya de sotavento todo se calma, el viento aparente baja mucho porque navegamos al largo, así que aprovechamos para poner algo de orden en la bañera mientras planeamos las olas a orejas de burro.

Nueva ceñida, que esta vez ya no nos pilla por sorpresa y escuchamos por la radio como varias embarcaciones se retiran, alguna de ellas con desperfectos. ¡Esto es la guerra! Nueva remontada de boya y de nuevo abajo hasta la línea de llegada.

Es la segunda regata del Kiai y ya hemos mejorado algo el resultado, pues algunos barcos nos quedan por la popa (en tiempo compensado, en real llegamos los terceros o cuartos). Todavía queda mucho por recorrer, pero se ha comprobado que es un barcazo, que con su orza de plomo aguanta lo que le echen y que la tripu del Mentha le saca punta a cualquier barco.

¿Qué he aprendido hoy?
Hay que leer constantemente el cielo y el mar. Aunque el cambio sea rápido, siempre nos dará pistas suficientes para tomar una decisión a tiempo. Y cuando se toma la decisión hay que actuar deprisa pero con calma. Se acaba antes 🙂

Y aquí más fotos, algunas mejores que otras. Las cuelgo por el interés del fenómeno meteorológico [flickr-gallery mode=»photoset» photoset=»72157627107844541″ ]


Jul 3 2011

Defendiendo la posición a la llegada a boya

Regata Barlovento-Sotavento-Barlovento. Llegada a la boya final marcando a nuestro principal competidor. Cada vez que ellos viran, hemos de virar para «marcarles». Eso significa que navegaremos siempre en las mismas condiciones de viento y roles que se puedan producir, con lo que podemos mantener la posición sobre ellos. Si fuésemos por una ruta distinta ellos podrían tener una rolada favorable y adelantarnos.

Además, podemos enviar viento sucio al barco competidor. Mantenemos la posición dominante, si ellos viran nosotros también.

Finalmente el barco competidor ha de virar para tener viento limpio. Nosotros viramos y cuando vira de nuevo tenemos estribor (preferencia) sobre él.

Aunque hubiese llegado a alcanzarnos nos ha de dar prioridad por reglamento.

Y además aún le queda otra virada para cruzar la línea de llegada.

Felicidades a las tripus de los dos barcos, Naruto y Petrus, una regata divertida y un final emocionante. Gracias por dejarme aprender con vosotros 🙂


Jul 2 2011

Regata Inversa Garraf

Una regata, al revés, como aquella Marbor que me encantó, pero esta vez organizada por el CN Garraf. Ayer mismo me llamó Andrés para proponerme hacerla a dos, en su Pogo clase Mini650 y aquí me tienes, controlando tiempos para cruzar la línea de salida ni antes ni después. El recorrido, de 14 nm, desde la bocana del port de Garraf hasta la boya del estany de la Murtra, en Gavà y volver. Como el primer tramo es a un largo, nos ponen una boya de desmarque media milla a barlo.

Salimos con tiempo para irle cogiendo el feeling al barco y ya veo que la ceñida no es su fuerte. Acostumbrado a cruceros de más eslora y más ceñidores, esto da una sensación muy rara, en cuanto intentas orzar un poco se para, pero se para casi en seco porque pesa poco y no aguanta la arrancada. La ola corta de cara no es que ayude tampoco.

Pero bueno, conseguimos salir bien y virando la boya de desmarque nos adelantan sólo tres -los tres últimos, porque por rating ya salíamos media hora después del primero!-, una izada de asimétrico un pelín accidentada, pero nada grave, empezamos a hacer planear el barco a 7 y 8 kts y recortamos un poquito la distancia al penúltimo, pero sólo un poco. Seguro que en buenas manos este Mini haría 10 kts grrrr… Pero bueno, no rompemos nada, la arriada la hacemos casi bien y viramos boya sin apurar demasiado. Para asegurarnos que la hacemos bien la viramos dos veces -sin comentarios-

Ahora viene la ceñida. Se supone que llegados a este punto deberíamos llevar ventaja sobre el resto de barcos, más ceñidores, para irla perdiendo poco a poco hasta la llegada. Pero el caso es que el barco que tenemos a proa se ve bien pequeñito. Aún así no nos desanimamos y decidimos sacar el máximo partido de lo que sabemos y de las condiciones. Sobre todo «concentramiento» nos repetimos. Si vas dejando caer el barco un poco coge velocidad y luego puedes ir orzando un poco hasta casi pararlo y luego caer de nuevo… no se si es muy teórico pero con esa ola y el viento menguante es la única forma de hacer avanzar el barco hacia la meta.

Cuando estamos frente a la bocana de Port Ginesta, nos queda poco más de una milla y el viento va amainando, nos llaman de la organización por si nos queremos retirar. ¡Nunca! llegaremos aunque sea de noche. Un par de bordos más y casi llegamos a la línea -entre la boya y la farola verde de la bocana-  pero muy cerca de las piedras, y mejor no arriesgar, así que… otro bordo, que ya no viene de ahí -y en ese momento el barco da un brinco y en vez de 2,5-3 kts que hacíamos en la última milla se pone casi a 5. No me lo puedo creer, ahora que ya hemos llegado?, me parece que no lo estamos llevando muy bien. Última virada y, ahora si, entramos como unos campeones llevando bien alto el farolillo rojo.

Disculpas a los que amablemente nos esperaron para la entrega de premios. La próxima vez no esperaréis tanto, prometido 🙂

Y si esto lo lee algún navegante de Mini650 y se anima a darnos algún consejo será bienvenido y recompensado con cervecitas.