Sep 13 2010

Navegando de Menorca a Mallorca

04:00 Suena el despertador, en media hora hemos de estar en el aeropuerto, rumbo a Mahón. A las 8:30 estamos ya en Fornells, de vuelta en el BeWater. La tramontana sopla con ganas, aunque dentro de esta bahía natural el agua está tranquila. Visita rápida a Capitanía para avisarles de que recogemos el barco y consulta del parte méteo. Para esta mañana dan f4-5 aumentando a 6 por la tarde. Mar de fondo de 1 a 2 metros. Mañana f6.

No conozco esta costa, pero una costa a sotavento con marejada siempre es algo a evitar; así que llamo a Pepe, mi contacto en Menorca y gran navegante quien me dice, si vas hacia el E, en cuanto vires el Far de Favaritx ya estarás más protegido del mar. El marinero del puerto comenta «los pescadores han salido esta mañana». Está decidido, un rizo en la mayor y vamos a intentar salir, porque si no podemos ahora ya nos toca quedarnos 3 días en Fornells, por lo menos.

Recuperamos la auxiliar, largamos amarras y damos marcha atrás. Esta hélice bipala plegable no mueve el barco ni pidiéndoselo por favor. Por fin tomamos algo de arrancada y podemos maniobrar. Aprovechamos el momentáneo abrigo de la bahía para preparar el rizo y mantenemos el motor. Saldremos en un bordo hacia el norte para dejar una milla de respeto y luego viraremos para seguir la costa norte de Menorca dirección a la Illa de Colom.

El mar es incómodo pero soportable y en cuanto viramos, las olas que nos entran por la aleta de Br y el viento de través nos permite desenrollar el génova y apagar el motor. Momento mágico. Recorremos la costa a una media de 7 nudos con alguna planeada y al acercarnos a Mahón, todo se suaviza. Hacemos la entrada ayudados por la mayor que arriamos una vez dentro protegidos por la Mola y nos deleitamos con la vista de los veleros clásicos fondeados, participantes en el Trofeo Panerai. Amarramos a la segunda, todavía sometidos a las veleidades de la marcha atrás, pero no rompemos nada ni a nadie. Cruzamos rápidamente a por tapitas a El Muelle y luego de compras al mercado. Regresamos a nuestra isla flotante oyendo los sabios consejos del marinero Alain.

Nos dejaremos llevar por el viento

La mañana siguiente amanece con más viento, como estaba previsto. Recorrer la costa norte no es una opción, así que iremos por el sur y fondearemos en alguna de las fantásticas calas. De nuevo en marcha, la mar de fondo es más alta que ayer, pero al virar por el freu de la Isla del Aire todo se calma.

Seguimos teniendo viento aunque la mar plana hace la travesía muy cómoda. Para comer fondearemos en Cala n’Porter, que tiene un super cerca y así compramos hielo. Luego cambiamos de cala y con Concha, María y Júlia turnándose a la caña nos buscamos algo más tranquilo. Trabalújer, con su difícil acceso por tierra, es la elegida y allí pasamos una noche estupenda con 30 metros de cadena largados sobre arena con una sonda de 6 mts. Pere se zambulle y vuelve con un manojo de cabo que llevábamos en la hélice. A partir de ahora la marcha atrás irá sólo mal, no muy mal.

Ugrib nos muestra como el viento irá rolando a NE y luego E en los próximos días, y eso nos hace cambiar los planes. Medimos en la carta… Mallorca no está nada lejos. El derrotero dice que Porto Colom es un sitio bonito y bien protegido, así que para allá que vamos. Empezamos a motor a 4,5 kts pero enseguida aparece el viento del E anunciado y el Be Water demuestra que está hecho para navegar a vela. El viento y el mar nos acompañan en una travesía cómoda que alegra una manada de delfines mulares que cortejan nuestra llegada a Sa Roqueta. Simultáneamente una llampuga pica en el curri, pero la perdemos al intentar izarla hasta nuestra cazuela. Concha también se emociona.

Preciosa la entrada al puerto natural de Porto Colom, llamada por el Ch9 y amarramos en un pantalán del CN. Necesitamos cargar agua y baterías y la tripu quiere cenar en tierra. Hoy nos lo hemos ganado.

Por la mañana zarparemos rumbo a Cabrera. Pedimos una boya por fax (gracias Jaime) pero no se han molestado en contestar así que ya veremos qué pasa. De nuevo con vientos portantes, tal como estaba previsto, esta travesía se nos hace un poco larga porque hemos de hacer trasluchadas para evitar la popa redonda y nos salen unas millas más de lo calculado. 
Marta aprovecha para hacer unas prácticas de cazar escotas y se revela como tripulante competente. Al haber zarpado pronto nos da tiempo de llegar a comer ya fondeados en la preciosa bahía natural de la isla. Es mi segunda vez, y creo que no me importaría volver de nuevo, con más calma para poder explorar la isla a pie y buceando. Visita de rigor al castillo, achicando agua de la auxiliar y remando con una sola pala, pero afortunadamente contamos con una campeona nacional de remo y hace fácil lo que parecía imposible.

Por cierto, las boyas, que siempre han sido gratuitas, están en peligro de dejar de serlo. Si no estas de acuerdo en que Cabrera se convierta en un negocio puedes firmar aquí.

Hemos tomado una buena decisión al alejarnos del viento fuerte pero ahora toca ir regresando pues hemos navegado más lejos de lo inicialmente previsto. Mañana saldremos pronto para que cunda el día y podamos llegar al fondeo de boyas de Dragonera, frente a Sant Elm, magníficamente gestionado por Life Posidonia. El servicio es gratuito y se puede reservar boya por internet justo el día anterior, lo que posibilita viajes como el nuestro, un poco a la aventura y adaptados a la méteo.

Con el parte anunciado de NE, salimos a vela del fondeo de Cabrera (aunque con el motor al ralentí por si la liamos :). En seguida se nota el venturi entre la isla de Mallorca y el archipiélago de Cabrera. Vamos con un rizo y todos en la banda, aun través. 7 y 8 kts durante un buen rato y luego va amainando hacia Cabo Blanco, donde el viento se para del todo. Estamos en el sotavento de la isla y como esto no es una regata, motor y tira palante. Cruzamos toda la bahía de Palma a motor. Algún Ferry nos cruza por proa y alguno por popa, todos dejando una buena distancia.

Llegando a la Isla del Toro nos entra una brisa suave de sur y desplegamos todas las velas para seguir en silencio una hora… hasta que divisamos unos borreguillos en el mar, llegando a Andratx. Nos planteamos hacer un rizo, pero el viento está tan suave que aguantamos un poco a ver que tal y… zas virada instantánea, el génova acuartelado, lo cambiamos, el viento rola 90 grados, nos vamos de orzada… arrancamos motor y enrollamos génova para facilitar la maniobra e instalamos el segundo rizo. Un poco de adrenalina no está mal, pero esta la podíamos haber evitado si:

  • Hubiésemos hecho el rizo cuando lo pensamos inicialmente.
  • Hubiésemos comprendido que aquello era el venturi del otro lado de la isla, el viento de NE que se colaba entre la isla de Dragonera y Sant Elm. Algo evidente, que habíamos visto por la mañana en el parte, que la orografía marca también claramente… pero nos habíamos relajado después de tantas horas de navegación tranquila. De hecho la suave brisa de S, no era sino el rotor del sotavento. De libro, vamos.

Avanzamos hasta Sant Elm haciendo bordos a apenas 2 kts, con motor y mayor con dos rizos. Se nota la corriente. Desenrollamos un tercio del génova para ayudar y aumentamos la velocidad hasta los 3,5 kts. Sólo queda media milla así que ya está bien así. Mantendremos la mayor hasta al último momento antes de llegar a la boya por si hubiese algún problema de motor. Tenemos el acantilado un centenar de metros atrás  y no es plan de jugársela.

Nos pasamos un poco de la boya y dejo caer la proa con el viento para quedar justo encima de ella, técnica que vi hacer a un velero en Cabrera y me pareció bastante buena como plan B. Ya firmes a la boya, montamos el toldo de fondeo para comer, aunque con el viento que sopla tememos que saldrá volando… pero aguanta.

Al caer la tarde, baja algo la brisa y podemos bajar a tierra en la zodiac. Achicando con una mano, llevando el gas con la otra y María al remo para las maniobras de aproximación. Ahora que le hemos pillado el truco se acaban las vacaciones 🙂 Para cenar, pizza fantástica celebrando que estamos en tierra y noche tranquila con el viento ya calmado.

Regreso a Mataró

El parte para mañana, día de la travesía a Mataró es de un SW suave que irá rolando a W durante el día y la noche siguiente. Parece justito para ir a vela, así que saldremos sobre las 11 am para tener tiempo de sobras de llegar el domingo al mediodía.

El viento se porta bien, es algo más de lo anunciado y podemos ir a vela a partir de la tercera hora de travesía. Siempre a un largo.

A lo largo de la tarde rola un poquito y podemos enderezar el rumbo, pero durante la noche cae de nuevo y por no encender el motor orzamos poco a poco. Vale la pena porque a vela hacemos entre 6 y 7,5 kts y a motor apenas pasamos de 4kt. A las 4 de la mañana estamos frente a Vallcarca (Costas de Garraf) Ahora el viento ha caído definitivamente así que motor y el interminable pasaje del aeropuerto, el puerto de Barcelona, la desembocadura del Besós. Al amanecer entra algo de terral y nos ayuda con algún nudito extra, pero solo eso. Hemos navegado tanto a vela que esto nos parece un drama, ¡ir a motor! ¡a mitad de velocidad! Sólo nos consuela que de haber mantenido la velocidad y rumbo que llevábamos inicialmente hubiésemos llegado a Mataró a las 6 de la mañana, y tampoco es plan de despertar a todo el mundo 🙂

Entrando por la bocana a las 11 nos cruzamos con todos los barcos del CV Mataró que salen para la regata del domingo. Desde el Naruto se oye, «dad media vuelta y haced la regata»…tentador… pero hay otros compromisos y no era cuestión de ganar al Naruto, aún no es el momento…