Jul 31 2014

Más fotos Puig Vela Clásica 2014

Portfolio_emma_jones

Fotos a bordo del Eleonora de la regata Puig de Vela Clásica
en el magnífico portfolio de Emma Louise Wyn Jones y en su álbum de facebook

Otras fotos tomadas desde fuera por Javier Roca.


Jul 29 2014

Vídeo Schooner Eleonora en la Regata Puig de Vela Clásica 2014

Aquí tienes el vídeo de la Regata Puig de Vela Clásica 2014, a bordo de la goleta Eleonora.


Jul 23 2014

Regata Puig Vela Clásica 2014

Regata Puig Vela Clásica 2014 - Schooner Eleonora

Mi primera regata de clásicos, la Puig de Vela Clásica, empieza a lo grande formando parte de la tripulación del Schooner Eleonora.

Elonora es una réplica exacta del Westward, una de las goletas más rápidas del mundo cuando se construyó allá por el 1910 con diseño de Herreshoff. 160 pies y más de 200 toneladas propulsados por más de 1100 m2 de superficie vélica, que necesitan de muchas manos para izar y trimar. Su historia al completo la puedes ver aquí (en inglés)

El día previo a la regata hacemos una salida de entrenamiento. Se empieza temprano, a las 8:30, para poder preparar todo para zarpar. Instalar escotas y roldanas en cubierta, ordenar multitud de cabos en forma de 8 en cubierta para evitar líos y cocas. Sustituir y reparar algunos cabos y anclajes, etc.
A eso de las 11, salimos por la bocana. Brendan, el primer oficial, nos hace un briefing de seguridad. Nos recuerda que un barco tan grande tiene cargas muy superiores a las de un velero convencional e insiste en la precaución al manejar winches y escotas. Iniciamos el izado de la mayor.

La goleta se caracteriza por tener dos o más mástiles, el mayor situado más a popa y un trinquet. Cada mástil tiene una vela cangreja y otra vela superior y además alguna vela situada entre ambos. A proa de los mástiles, hasta tres foques. En configuración de ceñida, Eleonora puede usar 8 velas.

schooner_sailplan

Algunas velas requieren la coordinación de varios tripulantes para el izado, alguno de ellos encaramado al palo para fijarlas. Pedro y Charlie se pasarán media regata subiendo y bajando al palo para solucionar cosas y hacer ajustes. Cuando acabamos de izar la última vela ¡ha pasado hora y media!

Tengo asignado el trimado de la trinqueta (foresail). Como la goleta tiene una disposición del centro vélico distinta a la de un velero aparejado Marconi (Sloop), al iniciar la virada, la vela trinqueta dificulta la acción del timón y conviene amollarla para facilitar el giro. Una vez el barco al nuevo rumbo ya se puede cazar para darle potencia progresivamente. El sistema es un poco contrario a lo que he aprendido hasta ahora, así que hay que estar atento a las instrucciones que vienen de la popa. A bordo tienen un sistema de signos indicando el número de vela y la acción requerida, que se hace imprescindible para entender las órdenes a pesar del ruido del viento.

Tras unas cuantas viradas hacia barlovento, izamos el gennaker y una vela enorme entre los dos palos que es como un gigantesco spi. Y Eleonora empieza a volar. El entrenamiento fué un éxito y le siguieron tres días de regata fantásticos, con una meteo casi perfecta y una tripulación increíble que disfruta de su trabajo, de transmitir sus conocimientos y de navegar a bordo del Eleonora, el barco más grande que participaba en la Regata Puig Vela Clásica.






				

Jun 25 2014

De rumbos y estrellas

La Osa Mayor, o el Carro

Un cálido viento al través de intensidad perfecta y una ola de mar de fondo empujando con suavidad, lanza al Hydra a más de siete nudos en la buena dirección. GPS y piloto automático fallan por culpa de una batería mal conectada, así que toca llevar la rueda del timón a mano. Atrás quedan las emociones de una primera regata Menorca-Sant Joan, con su travesía de ida y su regata en el interior de la bahía de Maò, una de las más bonitas en las que he participado. La acogida del club local, las risas con los compañeros de anteriores travesías, los encuentros con nuevos y la luz, tan especial, que siempre tienen las islas.

Oscilando entre el mastil y la tercera cruceta, una estrella distante más de 100 años luz nos indica el rumbo para traer de regreso al velero con su tripulación. Ubicada en el extremo de la cola de la Osa Mayor, hoy he sentido la necesidad de localizar su nombre. Se trata de Alkaid (o Benetnasch, o η Ursae Majoris, que en esto de las nomenclaturas de estrellas todos parecen querer tener la última palabra).

Me hizo pensar en las generaciones de navegantes que habrán encontrado su camino gracias a ellas, y en como conscientes de su importancia, creaban historias y mitos que sirviesen para trasladar su conocimiento a las siguientes. En como pueblos de distintas épocas fueron ampliando el mundo que les rodeaba gracias a ellas. Para algunos, la Osa Mayor era un carro, una caravana, un cortejo fúnebre o un cucharón, pero para todos (incluso para Ulises) era una señal clara que les permitía aventurarse a lo desconocido sabiendo que en algún momento podrían navegar de vuelta a casa.

La popa arrastraba a su paso una estela de fosforescencia, medusas y plancton que, excitados por la turbulencia de la quilla, dibujaban una guirnalda que se prolongaba algunos metros hasta desvanecerse en la oscuridad de la noche. Por la proa, a muchas millas de distancia, relámpagos de alguna tormenta lejana se reflejaban en la humedad de la atmósfera y, como acompañando el festival, algunas estrellas fugaces trazaban diagonales sobre un cielo tachonado de estrellas. Tan rápidas, y tan inesperadas que dejaban a su paso la duda de si realmente las habías visto o si era tu propia mente quien te gastaba bromas.  Todo el universo parecía conjurarse para celebrar con fuego el solsticio, en una de las noches de San Juan más intensas de los últimos años, en la que también celebro haber sumado más de 10.000 millas navegadas.

Poco antes del amanecer, una luna menguante, asomando baja en el horizonte, rompió con su sonrisa torcida ese equilibrio de luces y oscuridad, como anunciando la inminente salida de un sol que acabaría con él definitivamente. Pero para cuando llegó ese momento ya me encontraba abajo en el camarote, con los ojos bien cerrados para no dejar escapar toda esa magia.


Feb 3 2013

Fotos Campionat Interclubs 2013

A bordo del Swan 45 ‘Rats on Fire’, primera regata del XXXVIII Campionat Interclubs. El fin de semana que viene… más.