Regata Inversa Garraf

Una regata, al revés, como aquella Marbor que me encantó, pero esta vez organizada por el CN Garraf. Ayer mismo me llamó Andrés para proponerme hacerla a dos, en su Pogo clase Mini650 y aquí me tienes, controlando tiempos para cruzar la línea de salida ni antes ni después. El recorrido, de 14 nm, desde la bocana del port de Garraf hasta la boya del estany de la Murtra, en Gavà y volver. Como el primer tramo es a un largo, nos ponen una boya de desmarque media milla a barlo.

Salimos con tiempo para irle cogiendo el feeling al barco y ya veo que la ceñida no es su fuerte. Acostumbrado a cruceros de más eslora y más ceñidores, esto da una sensación muy rara, en cuanto intentas orzar un poco se para, pero se para casi en seco porque pesa poco y no aguanta la arrancada. La ola corta de cara no es que ayude tampoco.

Pero bueno, conseguimos salir bien y virando la boya de desmarque nos adelantan sólo tres -los tres últimos, porque por rating ya salíamos media hora después del primero!-, una izada de asimétrico un pelín accidentada, pero nada grave, empezamos a hacer planear el barco a 7 y 8 kts y recortamos un poquito la distancia al penúltimo, pero sólo un poco. Seguro que en buenas manos este Mini haría 10 kts grrrr… Pero bueno, no rompemos nada, la arriada la hacemos casi bien y viramos boya sin apurar demasiado. Para asegurarnos que la hacemos bien la viramos dos veces -sin comentarios-

Ahora viene la ceñida. Se supone que llegados a este punto deberíamos llevar ventaja sobre el resto de barcos, más ceñidores, para irla perdiendo poco a poco hasta la llegada. Pero el caso es que el barco que tenemos a proa se ve bien pequeñito. Aún así no nos desanimamos y decidimos sacar el máximo partido de lo que sabemos y de las condiciones. Sobre todo «concentramiento» nos repetimos. Si vas dejando caer el barco un poco coge velocidad y luego puedes ir orzando un poco hasta casi pararlo y luego caer de nuevo… no se si es muy teórico pero con esa ola y el viento menguante es la única forma de hacer avanzar el barco hacia la meta.

Cuando estamos frente a la bocana de Port Ginesta, nos queda poco más de una milla y el viento va amainando, nos llaman de la organización por si nos queremos retirar. ¡Nunca! llegaremos aunque sea de noche. Un par de bordos más y casi llegamos a la línea -entre la boya y la farola verde de la bocana-  pero muy cerca de las piedras, y mejor no arriesgar, así que… otro bordo, que ya no viene de ahí -y en ese momento el barco da un brinco y en vez de 2,5-3 kts que hacíamos en la última milla se pone casi a 5. No me lo puedo creer, ahora que ya hemos llegado?, me parece que no lo estamos llevando muy bien. Última virada y, ahora si, entramos como unos campeones llevando bien alto el farolillo rojo.

Disculpas a los que amablemente nos esperaron para la entrega de premios. La próxima vez no esperaréis tanto, prometido 🙂

Y si esto lo lee algún navegante de Mini650 y se anima a darnos algún consejo será bienvenido y recompensado con cervecitas.